“Y la verdad es que solo sentado en el coche, entre el lugar que acabo de dejar y el otro al que me dirijo, soy feliz [...] en cuanto he llegado a Nathal, me pregunto qué se me ha perdido en Nathal, en cuanto he llegado a Viena, me pregunto qué se me ha perdido en Viena”.
Thomas Bernhard, "El sobrino de Wittgenstein"